miércoles, 31 de octubre de 2012

La Paz



"La paz es la tranquilidad en el orden." La Ciudad de Dios. San Agustín.
"Esta transformación requiere convertir a Puebla en El Estado de la Paz, donde el orden y la armonía generen la energía creativa que se traduzca en desarrollo, justicia, seguridad, así como en la ausencia de cualquier tipo de violencia para que, con ello, logremos la prosperidad." Paz Social y Corresponsabilidad Programa Sectorial (2011) Secretaría General de Gobierno, Gobierno del Estado de Puebla. Pp.7-9
¿Quién puede estar en contra de la paz? ¿quién puede oponerse a la construcción de la paz? ¿quién puede criticar un programa político que abiertamente dice promover la paz?
Recibí hace unos días una invitación de la Secretaría General de Gobierno del Estado de Puebla a un "evento" denominado "Encuentro por la Paz: valora, construye y trasciende." En ella se anuncia el "lanzamiento estatal de la Campaña Corazón Azul Puebla, iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para prevenir la trata de personas." Firma Fernando Manzanilla Prieto Secretario General de Gobierno.
En la invitación se anuncian unos "Diálogos de Paz", un Foro Internacional "Puebla unida contra la Trata", un Taller para Periodistas "Construyendo un Periodismo de Paz" y algunos eventos artísticos como conciertos y exposiciones pictóricas. Suena interesante. Suena bien, suena noble.
La trata de personas es uno de los más abominables males de nuestros tiempos. Merece de todos, sin distinción, un compromiso claro en su combate y en su extinción. El Estado y la Sociedad deben unirse para perseguir a las redes internacionales responsables de tan repudiable acción. Por eso mismo, este tema no debe ser contaminado en campañas de promoción de personajes públicos o en aras de alcanzar un posicionamiento electoral.
También la Paz, como concepto, como idea, como ideal, se pervierte cuando no es un afán sincero, cuando no es un programa coherente con las acciones concretas de las personas de carne y hueso, cuando sólo sirve de eslogan publicitario o de fachada para una campaña política. Cuando sólo son palabras y no hechos. Es como escuchar al Peje hablando del amor.
Líneas arriba se muestra cómo en el Programa Sectorial de la Secretaría General de Gobierno se menciona la construcción de Puebla como "el Estado de la Paz". Siendo un objetivo público, se puede y se debe verificar su cumplimiento. También se puede y se debe contrastar con las acciones y actitudes de los funcionarios públicos del Gobierno del Estado en general y de la mencionada secretaría en particular.
¿La Secretaría General de Gobierno promueve en su actuar la paz? Aquí es donde volvemos a la definición del Obispo de Hipona: "la tranquilidad en el orden". Y donde recordamos las palabras de Juan Pablo II: "No hay Paz sin Justicia, no hay Justicia sin Verdad".
Construir la paz no son actos bonitos, "light" y con aroma de "new age". No se trata de buenas vibras. Construir la Paz es empezar por un compromiso personal con la Justicia y con la Verdad. Con un cambio personal desterrando la mentira, el pragmatismo y la injusticia en nuestro proceder diario. ¿Cómo una dependencia pública acusada de alterar la vida institucional de un partido político -el partido en el cual milita recientemente su titular- se pronuncia como promotor y paladín de la paz? ¿A qué me refiero? A lo siguiente: ¿es o no la Secretaría General de Gobierno la responsable de la ilegal, ilícita e inmoral afiliación corporativa de miembros activos y adherentes al Partido Acción Nacional? Muchos datos apuntan hacia ella. No ha desmentido las acusaciones.
¿Puede una oficina pública ser consecuente organizando eventos intachables en sus fines y al mismo tiempo orquestando un ataque a uno de los tres Poderes del Estado? ¿Es consistente que la Secretaría General de Gobierno establezca para sí una línea de acción buscando convertir a Puebla en el "Estado de la Paz" pero también sea el lugar en donde se planean, organizan e implementan atropellos al Poder Legislativo como el que se vivió el pasado lunes 3 de septiembre, pisoteando la legalidad y la autonomía del Congreso?
¿Podemos creer que hay sinceridad en el planteamiento? ¿Podremos creerle al Secretario hacia el futuro?
Al margen y al calce
Por cierto, el periodista Alvaro Delgado de la Revista Proceso, invitado como ponente en la Mesa "Periodismo, Medios de Comunicación y Paz" de los ya mencionados "Diálogos de Paz", fue abruptamente des-invitado luego de publicar un artículo crítico al Gobierno del Estado. Se lo cambiaban por un "cafecito" (¿de paz?)
18 de septiembre de 2012
Juan Carlos Espina von Roehrich
Diputado local.

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