miércoles, 31 de octubre de 2012

Primero el Proyecto

En las últimas semanas hemos visto cómo se han ido anotando nombres en una lista de presuntos aspirantes a la Presidencia Municipal de Puebla capital por el Partido Acción Nacional. Lista por cierto cada vez más numerosa.
Secretarios del gabinete del Estado, ex dirigentes, legisladores actuales y pasados, militantes comunes, ciudadanos no registrados en el partido, etc. Todos se han ido anotando. A algunos se agradece incluso la aclaración más que necesaria de que "la buscarían por el PAN", pues no se les conoce trayectoria en el partido o cercanía con sus postulados.
Todo está muy bien. Somos una opción electoral sólida a pesar del fracaso en el proceso federal recién concluido -un dato entre muchos para demostrarlo: en la capital de nuestro Estado se ganaron tres de los cuatro distritos-. Como marca, somos atractivos a los interesados en generar un proyecto ganador hacia la alcaldía, la cual durará por única ocasión más de cuatro años y que además muchos vislumbran como antesala de la próxima gubernatura.
Por otro lado, también ya se empieza a hablar de si Acción Nacional debe conformar nuevamente una coalición con otros partidos o si ahora debe ir sin socios. Se empieza a discutir si solos "nos alcanza" o si "no nos dan los números". Y también está muy bien que se discuta eso.
Pero nos faltan decisiones previas. Debemos antes de definir quién y con quién, discutir y concretar un para qué. Debemos definir nuestro programa, nuestros objetivos. Consecuentes con la filosofía y tradición de Acción Nacional -pues no se trata de ganar por ganar, a cualquier costo y de cualquier manera, sino de ganar para construir desde el gobierno los bienes públicos necesarios para el pleno desarrollo de los seres humanos, hombres y mujeres concretos- antes del abanderado, el programa, el objetivo, el para qué.
Incluso, no hay que obviar la discusión antes tan relevante en el partido de si participamos o no en el proceso electoral. Hubo épocas en que ésta era la principal y más acalorada. Hubo ocasiones en las cuales, por distintas razones, se llegó a considerar más benéfico para el país y para el partido la abstención que la participación. Y así se decidió. Si casi nadie hoy ve ventajas en la no participación, por lo menos hay que elaborar una justificación razonada y argumentada de por qué, aquí y ahora, el PAN va a competir, solo o acompañado, para buscar la mayoría ciudadana. Y tomar la decisión conscientemente.
Pero volviendo a lo principal, en Acción Nacional no podemos entrar a la definición de nuestro candidato si antes no discutimos con amplitud nuestra oferta política. Tampoco podemos entrar a la discusión de si el partido va solo o en coalición con otras fuerzas sin dicha oferta política plasmada en blanco y negro. Porque el programa mismo nos orientará en la búsqueda del mejor perfil para hacerlo ganar -al programa, no al mejor perfil; bueno sí, pero por consecuencia- y luego para concretarlo desde el gobierno. Porque el programa mismo nos aclarará si, para poder hacerlo realidad, es mejor o más fácil ir con alguien distinto, con un otro, o es mejor y más fácil ir solos.
Dependerá de las características de la bandera las características del abanderado. porque lo importante es el objetivo, ganar y llegar a gobernar para aplicar dicho programa, para plasmar en la realidad los contenidos de nuestra oferta, con el apoyo social y desde nuestra visión humanista de la realidad.
Como partido político, Acción Nacional ha gobernado tres veces ya la ciudad y hoy tiene presencia por primera vez, no tan abundante como quisiéramos ni como pudiera ser, en el Gobierno del Estado que es plural, resultado de una coalición, pero al mismo tiempo emanado del PAN y con su titular en calidad de militante activo. Así que con mayor razón, por la experiencia, los conocimientos acumulados y las capacidades adquiridas en el ejercicio del gobierno, hoy debemos presentar a los ciudadanos una oferta política no sólo sólida en lo filosófico y doctrinario, sino técnicamente fuerte, sustentada en datos y en hechos, viable en lo económico, con una clara identidad pero volcada a las necesidades e inquietudes de los habitantes de la Ciudad de Puebla y abierta a las propuestas de la sociedad organizada y de los especialistas en cada tema.
Oferta política también legislativa, pues iremos simultáneamente a definir una legislatura igual de vasta en el tiempo, donde se vivirá una realidad inédita al seguramente modificarse los actuales equilibrios.
Ahora, ¿cómo debe ser el proyecto?, ¿qué elementos debe contemplar?. Antes de una exposición detallada comenzaríamos por lo elemental: debe ser un proyecto panista. Basado en aquello que nos hace ser nosotros y no otros. En aquello que nos hace ser lo que somos. Entonces, debe ser un proyecto humanista, que parta del reconocimiento de la naturaleza trascendente del ser humano pues es persona, es libre, tiene inteligencia y voluntad y una sociabilidad natural. Tiene que ser un proyecto que se funde en el reconocimiento y promoción de los derechos de esas personas -todos los derechos a todas las personas, sin duda- y en el reconocimiento a instituciones como el matrimonio, la familia y el municipio. Previas al Estado y con naturaleza y derechos no otorgados por el Estado.
Debe ser un proyecto solidario, promotor de la genuina unidad -no unanimidad- en torno a un bien común. Enemigo de las discordias estériles, del conflicto político permanente, de la violencia y de la ilegalidad. Debe ser subsidiario, protector del municipio frente al Estado, protector de la sociedad frente al gobierno, promotor de las capacidades del municipio, luego de la región -nuestra entidad federativa- y sólo al final, aceptando la participación de la República.
Así, con identidad panista. Ya hablaremos de otras características que a nuestro juicio, debe tener el proyecto. Discutámoslas en el partido de cara a la sociedad. Definamos el proyecto. Luego ya tendremos tiempo y sobre todo más elementos para encontrar a la mejor mujer o al mejor hombre que lo pueda enarbolar frente a la sociedad y luego los pueda volver realidad, acción transformadora de gobierno.
De las características de los aspirantes ya hablaremos también después. Porque tampoco es cosa de que teniendo el proyecto vayamos con cualquiera. Habrá que revisar antecedentes, trayectoria, historias personales, pero también compromisos, apuestas, proyectos y aspiraciones personales.

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